26 DE MAYO DEL 2025- JORNADA DE PRACTICAS
ESCUELA NORMAL URBANA CUAUHTEMOC
LIC. EDUCACION PREESCOLAR
8 SEMESTRE GRUPO B
JORNADA DE PRÁCTICAS
26 DE MAYO DEL 2025
JDN. BENITO JUAREZ GARCIA
GRADO Y GRUPO ATENDIDO: 3°C EDUCADORA TITULAR: LIC. LYDIA VERONICA FLORES VALDEZ ALUMNA PRACTICANTE: ROCHA MALDONADO VANESSA
26 de mayo del 2025Sucesos sorprendentes o preocupantes que influyeron:
Durante la exploración sensorial, algunos niños reaccionaron con incomodidad al probar el limón o al oler el vinagre, lo cual provocó expresiones como “¡guácala!” o “¡pica!”. Estas reacciones fueron valiosas para reconocer que los sentidos también ayudan a identificar lo que nos gusta o no. Un niño se asustó un poco al no saber qué había dentro de una caja sensorial y se negó a tocarla, por lo que fue necesario acompañarlo y permitirle observar primero antes de animarse a participar. En el circuito motor, una niña se tropezó levemente al saltar los aros, lo que nos recordó la importancia de ajustar la dificultad a las capacidades motrices individuales.
Reacciones y opiniones de los niños:
La canción inicial fue muy bien recibida y generó alegría y movimiento desde el inicio. Los niños la cantaron con entusiasmo y reconocieron fácilmente las partes del cuerpo señaladas. En la actividad con espejos, muchos se miraban con curiosidad y decían cosas como “mis cejas son chiquitas” o “yo tengo la boca grande”, mostrando un reconocimiento propio positivo. Las estaciones sensoriales fueron las más llamativas: comentaban entre ellos “esto huele rico”, “el algodón es suave”, o “la plastilina se siente chistosa”. El circuito físico fue muy disfrutado, especialmente cuando se les propusieron movimientos divertidos como caminar como cangrejo o saltar en un pie. En el cierre, varios eligieron dibujar el sentido del gusto o el tacto como sus favoritos, expresando lo que más les impactó de la experiencia.
Valoración general de la jornada diaria de trabajo:
Me pareció una jornada muy dinámica, variada y enriquecedora, que permitió que los niños se reconectaran con su cuerpo desde el juego, la observación y el movimiento. Me sentí conforme con la participación activa de la mayoría, y con el uso de los materiales sensoriales y motores, ya que favorecieron la exploración autónoma y respetuosa de sus capacidades. En retrospectiva, pude haber reforzado mejor la preparación emocional previa a las estaciones sensoriales para evitar temores ante lo desconocido. También sería útil contar con un espacio más amplio o seguro para el circuito motor. Aprendí que al combinar movimiento, sentidos y autopercepción, se potencia el aprendizaje significativo y se genera un clima positivo en el aula.
Sucesos sorprendentes o preocupantes que influyeron:
Durante la exploración sensorial, algunos niños reaccionaron con incomodidad al probar el limón o al oler el vinagre, lo cual provocó expresiones como “¡guácala!” o “¡pica!”. Estas reacciones fueron valiosas para reconocer que los sentidos también ayudan a identificar lo que nos gusta o no. Un niño se asustó un poco al no saber qué había dentro de una caja sensorial y se negó a tocarla, por lo que fue necesario acompañarlo y permitirle observar primero antes de animarse a participar. En el circuito motor, una niña se tropezó levemente al saltar los aros, lo que nos recordó la importancia de ajustar la dificultad a las capacidades motrices individuales.
Reacciones y opiniones de los niños:
La canción inicial fue muy bien recibida y generó alegría y movimiento desde el inicio. Los niños la cantaron con entusiasmo y reconocieron fácilmente las partes del cuerpo señaladas. En la actividad con espejos, muchos se miraban con curiosidad y decían cosas como “mis cejas son chiquitas” o “yo tengo la boca grande”, mostrando un reconocimiento propio positivo. Las estaciones sensoriales fueron las más llamativas: comentaban entre ellos “esto huele rico”, “el algodón es suave”, o “la plastilina se siente chistosa”. El circuito físico fue muy disfrutado, especialmente cuando se les propusieron movimientos divertidos como caminar como cangrejo o saltar en un pie. En el cierre, varios eligieron dibujar el sentido del gusto o el tacto como sus favoritos, expresando lo que más les impactó de la experiencia.
Valoración general de la jornada diaria de trabajo:
Me pareció una jornada muy dinámica, variada y enriquecedora, que permitió que los niños se reconectaran con su cuerpo desde el juego, la observación y el movimiento. Me sentí conforme con la participación activa de la mayoría, y con el uso de los materiales sensoriales y motores, ya que favorecieron la exploración autónoma y respetuosa de sus capacidades. En retrospectiva, pude haber reforzado mejor la preparación emocional previa a las estaciones sensoriales para evitar temores ante lo desconocido. También sería útil contar con un espacio más amplio o seguro para el circuito motor. Aprendí que al combinar movimiento, sentidos y autopercepción, se potencia el aprendizaje significativo y se genera un clima positivo en el aula.




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